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Biden les dijo a sus aliados que los próximos días serán cruciales para salvar su candidatura

Escrito por Redacción AZ Noticias on . Posted in Mundo

Los comentarios del presidente son el primer indicio de que está considerando seriamente si puede recuperarse de su actuación en el debate. La Casa Blanca dijo que el reporte era falso. 

El presidente Joe Biden les ha dicho a algunos aliados clave que sabe que los próximos días son cruciales y que entiende que quizá no pueda salvar su candidatura si no logra convencer a los votantes de que está a la altura del cargo tras su desastrosa actuación en el debate de la semana pasada.

Según dos aliados que han hablado con el mandatario, Biden ha enfatizado que sigue profundamente comprometido con los esfuerzos por su reelección, pero entiende que su viabilidad como candidato está en juego.

El presidente trató de proyectar confianza el miércoles en una llamada con su equipo de campaña, incluso cuando funcionarios de la Casa Blanca trataban de calmar los nervios en las filas del gobierno de Biden.

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“Nadie me está echando”, dijo Biden en la llamada. “No me voy”.

La vicepresidenta Kamala Harris también estaba en la conversación telefónica.

“No retrocederemos. Seguiremos el ejemplo de nuestro presidente”, afirmó Harris. “Lucharemos y venceremos”.

Sin embargo, según esos aliados, el presidente había reconocido en privado que sus próximas apariciones antes del fin de semana festivo del 4 de julio tienen que ser muy buenas, en particular una entrevista programada para el viernes con George Stephanopoulos de ABC News y los eventos de campaña en Pensilvania y Wisconsin.

“El presidente sabe que dos eventos más así lo pondrán en una posición diferente” para cuando acabe el fin de semana, comentó uno de los aliados, en referencia al discurso vacilante y disperso de Biden en el debate. Esa persona, quien habló con el presidente en las últimas 24 horas, solicitó mantener su anonimato para poder hablar de esta situación delicada.

Los relatos de sus conversaciones con aliados son el primer indicio que se hace público de que el presidente está considerando seriamente si puede recuperarse tras su pobre actuación del jueves en el escenario del debate en Atlanta.

Una nueva encuesta de The New York Times y Siena College mostró que el expresidente Donald Trump ahora aventaja a Biden con el 49 al 43 por ciento entre los votantes probables a nivel nacional, un cambio de tres puntos a favor del republicano desde apenas una semana previa, antes del debate. El déficit de seis puntos en la encuesta del Times/Siena fue un duro golpe para la campaña y podría dificultar su continuidad, aunque algunos expertos temían que podría haber sido peor.

Karine Jean-Pierre, secretaria de prensa de la Casa Blanca, afirmó que el presidente le había dicho directamente que no había hablado con sus aliados sobre la posibilidad de abandonar la campaña.

“Eso es absolutamente falso”, dijo durante una rueda de prensa.

Pero uno de los aliados de Biden, uno de sus principales asesores, que también habló bajo condición de anonimato, dijo que el presidente era “muy consciente del desafío político al que se enfrenta”.

Esa persona dijo que Biden era consciente de que el resultado de su campaña podría ser diferente de aquello por lo que está luchando. Biden, dijo esa persona, cree que es un líder eficaz que es mentalmente agudo y “no entiende cómo otros no aceptan eso”.

Biden sigue considerando categóricamente su desempeño en el debate como una mala actuación, dijo la persona, no como un acontecimiento revelador sobre su capacidad para ejercer la presidencia durante cuatro años más.

Los donantes clave del partido han estado llamando en privado a miembros de la Cámara, senadores, a los comités de acción política, la campaña de Biden y la Casa Blanca para decir que piensan que Biden debería dimitir, según demócratas familiarizados con las conversaciones.

Un demócrata electo, que habló bajo condición de anonimato debido a las sensibilidades políticas, dijo que la decisión seguía dependiendo en última instancia de Biden. “Lo único que importa es su decisión sobre si va a dejarlo pasar o no”, dijo esa persona.

Dentro de la Casa Blanca, los altos funcionarios trataron de calmar los nervios en una conferencia telefónica con todo el personal. Jeff Zients, jefe de gabinete de la Casa Blanca, dijo a los miembros del personal del presidente que debían mantener la cabeza baja y “ejecutar, ejecutar, ejecutar”. Zients también les dijo que “mantuvieran la cabeza en alto” y estuvieran orgullosos, una contradicción que, según admitió, tenía algo de humor.

Biden había tardado en acercarse personalmente a los principales líderes demócratas para calmar sus preocupaciones, lo que había generado molestia en el partido y frustrado a algunos de sus propios asesores. Según Jean-Pierre, el presidente se ha “conectado” con el representante por Nueva York Hakeem Jeffries, líder demócrata en la Cámara de Representantes; el senador por Nueva York Chuck Schumer, líder de la mayoría; la representante por California Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara; el representante por Carolina del Sur James E. Clyburn; y el senador por Delaware Chris Coons.

El presidente almorzó con Harris en la Casa Blanca y tenía previsto reunirse con gobernadores demócratas por la tarde. Hasta ahora, se ha centrado en hablar con asesores de confianza y miembros de su familia, que le han instado a seguir en la carrera.

La representante Debbie Dingell, demócrata por Míchigan, dijo durante una entrevista en MSNBC que Biden aún debe hacer más para dirigirse al público en vez de seguir reuniéndose con sus asesores.

“Tiene que demostrar al pueblo estadounidense que puede hacer este trabajo”, dijo. “Ahora mismo no puede aislarse en una burbuja”.

Donantes clave expresaron su exasperación por el hecho de que no se uniera el lunes a una llamada de campaña destinada a tranquilizarlos. Y algunos demócratas sospechan cada vez más que el equipo del presidente no ha sido totalmente comunicativo sobre el impacto que el envejecimiento ha tenido en él.

Los líderes demócratas de la Cámara de Representantes y el Senado no instaron a sus miembros a unirse en torno a Biden el miércoles. En su lugar, escucharon innumerables quejas sobre la gestión de la situación por parte del presidente procedentes de todo el partido, incluido su ala centrista y sus progresistas.

Varios aliados de Biden han recalcado que todavía está en la batalla de su vida política y que en gran medida ve este momento como una oportunidad de resurgir después de haber sido descartado, como ha hecho muchas veces a lo largo de su carrera, que abarca medio siglo. Al mismo tiempo, dijo, tiene claro lo complejo que será el esfuerzo para convencer a los votantes, donantes y a la clase política de que su actuación en el debate fue una anomalía y no lo descalifica para el cargo.

Algunos de los asesores del mandatario se han mostrado cada vez más pesimistas en los últimos días, a medida que crecía el malestar en el partido, reflejo del descontento no solo por su actuación en el debate, sino por la gestión de ese incidente desde entonces.

Gran parte de la familia de Biden, incluido su hijo Hunter Biden y la primera dama, Jill Biden, siguen apoyando al presidente en su campaña.

El equipo de Biden trató de aminorar la crisis persuadiendo a los demócratas electos y a conocidas figuras del partido para que no le pidieran públicamente que abandonara la contienda. Pero el representante Lloyd Doggett, por Texas, se convirtió el martes en el primer miembro demócrata del Congreso en decir que el presidente debería hacerse a un lado, y otros han indicado en privado que podrían seguir su ejemplo.

Con información de Peter Baker, Nicholas Nehamas, Simon J. Levien, Michael D. Shear y Luke Broadwater colaboraron con reportería.

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