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PALABRAS QUE REMUEVEN Y ABONAN A LA IMPUGNACIÓN

Escrito por Osvaldo Granados Ramírez on . Posted in Andanzas

§  Azuzan para que la impugnación contra triunfo de Mochilas se robustezca

§  Incongruencia, el sello actual de muchos priistas vallartenses

§  El arrancadero de la contienda del 2015 anda más que desatado

§  Un cachorro panista quiere jugar a ganar una candidatura

§  Los relevos en los partidos políticos 

 

PALABRAS QUE VALEN ORO PARA PRIISTAS, Y HASTA PANISTAS. Fue el mismísimo presidente del IFE, Leonardo Valdés Zurita, quien en su visita a Puerto Vallarta el fin de semana, vino a levantar el avispero y remover las ganas e intenciones de abonar a la impugnación y demás quejas y señalamientos que ya  han emprendido priistas, panistas y perredistas contra el triunfo de Ramón Guerrero Martínez ya calificado y reconocido por el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) de Jalisco.

Palabras de aliento , y qué aliento, sintieron priistas (incluyendo periodistas y uno que otro empresario que no se resignan a vivir fuera del beneficio que históricamente  han recibido de los tricolores principalmente, aunque también de los albiazules) al escuchar la respuesta que dio nada más y nada menos que Leonardo Valdés Zurita, la voz más autorizada y al final de cuentas el mandamás del IFE, a pregunta expresa de la reportera Gabriela Velasco de Grupo Acir, al cuestionar si constituía o no un delito los famosos “mochivales” que presuntamente fueron repartidos por algunos candidatos y miembros de la campaña de El Mochilas. La respuesta del presidente del IFE: “Una cosa son las camisetas, gorras, y demás artículos utilitarios que son propaganda, y que reparten todos los partidos, y otra las practicas de coacción al voto, como esos vales… si hay pruebas y ustedes conocen a alguien que haya recibido esos vales por cinco sacos de cemento, deben denunciar ante la Procuraduría General de la Republica porque eso es un delito electoral”.  

Apenas se publicó lo anterior, y ni tarde ni perezosos, los priistas y quienes tienen su futuro fincado en que el gobierno municipal siga siendo tricolor, corrieron a difundir las palabras del presidente del IFE en redes sociales o reproducir las notas que hablaban al respecto; unos más incluso azuzaban a que el PRI tome en serio la impugnación y que vaya con todo por la anulación y/o reposición de la elección.

Y es que como por arte de magia, a partir de conocer los resultados adversos al PRI en la elección del 1 de Julio, ahora muchos tricolores, (incluyendo periodistas insisto) se erigen como los guardianes de la legalidad, la transparencia y las prácticas correctas, y que por años no aplicaron, no les importaban o simplemente no les eran convenientes. Pero ahora, cuando los tiempos y las circunstancias los tienen en la lona, surge la cómoda hipocresía y doble moral señalando lo que en el pasado, incluso en esta misma elección, también practicaron muchos, como se constata en videos, fotografías y testimonios de decenas de vallartenses ya publicados en la prensa.

Es cierto, fue evidente que en la jornada electoral y días previos, hubo falta de equidad, anomalías y acciones, seguro estoy, ilegales. Eso hay que condenarlo y exhibirlo, pero sin falsos baños de pureza política o electoral. Porque así como dicen que hay constancia del reparto de los “mochivales”, que no se les olvide a los priistas (aquí también incluyendo a panistas y periodistas afines a Humberto Muñoz, que gritaban a los cuatro vientos que esta elección, de acuerdo a su óptica, o mejor dicho su sentir, era de dos: entre Adrián Méndez y Humberto Muñoz Vargas) que también hay registro de todo tipo de irregularidades que los “mochilistas” recabaron, ya que los del Movimiento Ciudadano estaban más preparados para la derrota ante el PRI, que para el triunfo sobre este mismo partido; ellos mismos así lo consignan.  Así es que si de destapar la cloaca se trata, que se destape toda y a profundidad,  y no se trata de defender o tomar partido por alguien, solo se trata de legalidad, transparencia  y el bien de la democracia.

LA PARADOJA ENTRE LO MUNICIPAL Y LO NACIONAL. Hasta necio resulta hablar de la incongruencia de algunos priistas vallartenses que ven la paja en el ojo ajeno y no miran la viga en el propio cuando de condenar y pitorrearse de Andrés Manuel López Obrador se trata por su defensa de lo que él y sus seguidores creen legítimo, y por el contrario, aplaudir un triunfo en las urnas que, si bien probablemente ocurrió,  deriva de coacción y compra de votos como también se encuentra debidamente documentado, aunque la autoridad electoral sea complaciente o indolente ante el cúmulo de evidencias.

“Con todas las pruebas presentadas no es posible concluir que Peña Nieto ganó limpia y legalmente”, dice el periodista Jorge Ramos, que jamás se ha caracterizado por ser de izquierda, por el contrario, al tiempo que consigna que con las pruebas de irregularidades presentadas, en cualquier otro país  “ya se habría llevado a la anulación de las elecciones,  la descalificación del candidato que supuestamente ganó y  (habría) a un montón de gente en la cárcel. En México no pasa nada”.

Siguiendo con el tema de Enrique Peña Nieto y la presente elección, señala que “la compra de votos en un país tan pobre como México tiene su base en una inocultable cultura de corrupción”. Y es que México está entre los países más corruptos del mundo según Transparencia Internacional. El año pasado ocupó el lugar 100 entre 183 naciones. Su calificación fue de 3.0 puntos, en una escala donde cero es lo más corrupto y 10 lo menos corrupto.

Continúa y consigna que “es un error el justificar el triunfo de Peña Nieto diciendo que lo normal en México es que se compren votos para ganar una elección presidencial. Es tan absurdo como decir que lo normal en México es que haya 60 mil muertos en un sexenio de lucha contra el narcotráfico. Para que el experimento mexicano salga adelante hay que cuestionar y rechazar, antes que nada, lo que parece normal”.

Este es el paralelismo del cual la congruencia no se asoma entre los priistas. Ya lo dijo el propio delegado del PRI en la región sierra occidental del 05 Distrito el profesor Roberto Palomera, “nos vemos mal (los priistas), debemos ser congruentes y respetar el voto de la ciudadanía”.  

Mientras tanto, del lado del Movimiento Ciudadano o más aún del equipo “mochilista”, el silencio sepulcral permanece.

ARRANCADERO DESATADO. Cuando apenas empieza a tomar forma la entrega recepción del gobierno municipal vallartense para el periodo 2012-2015, es más, ni se decide por completo que Ramón Guerrero vaya a tomar las riendas del municipio,  los aspirantes para ser los candidatos a la presidencia municipal en el aún lejano periodo 2015-2018 ya están desatados mostrándose y gritando a los cuatro vientos que quieren y merecen ser los candidatos.

Igual da, si es en lo privado o en lo público, en charlas informales o en entrevistas formales o conferencias de prensa, o incluso en el facebook. Priistas y panistas ya tienen en la mira el proceso electoral del 2015 y saben que es el momento idóneo para trabajar desde ya con “el proyecto” que cada uno tiene.

Los más enjundiosos y a sabiendas de las ventajas que tendrán como legisladores, uno federal y otro local, son Rafael González Resendiz y Juan José Cuevas García, respectivamente. El primero es el joven y con el apellido Resendiz que muchos ven como “ventaja”, pero que en realidad sería el principal argumento en contra  de este candidato de estirpe priista. El segundo ya maduro y con el fogueo  que da ser representante de 14 municipios, también se alza con esta aparente “ventaja” aunado a su nuevo periodo que tendrá como legislador, pero esta vez local. La única “desventaja” sea quizá su partido que quien sabe si en tres años haya aprendido cómo contar con el mejor candidato y brindarle una plataforma política y de propuestas realmente frescas y atractivas.

UN CACHORRO QUIERE JUGAR A GANAR. El joven panista de cepa Carlos Murguía Cibrián, hijo del profesor y ex presidente del PAN Puerto Vallarta, Carlos Murguía, y la actual regidora Ana Carina Cibrián,  anda en franca medición de los posibles apoyos para ser candidato a la diputación local. El joven abogado que está por concluir su carrera en la Univa y que en algunos meses más se esposará, ha comenzado a tener acercamientos con quienes él considera líderes, tanto al interior de su partido, como en la sociedad vallartense.

Por lo pronto, a muchos periodistas vallartenses ya nos tocó escuchar sus “piensos”, y además de ganas, dice estar preparado emocional y profesionalmente hablando. Su carrera de abogado, aunado a su trabajo de apoyo al trabajo legislativo hace unos cuantos meses, así como en la atención directa en una casa de enlace, considera son una buena plataforma de inicio en su preparación y fogueo. Y dados los tiempos y las circunstancias, no solo Carlos Murguía tendría posibilidades, sino hasta cachorros como José Pablo Ruiz, candidato a regidor e hijo del actual presidente del PAN Vallarta, Jesús Ruiz Higuera, que además anda muy entusiasmado porque hoy empieza un curso en su “Escuela de líderes de Acción Juvenil”.

Y aunque ya se ve más naranja que azul, otro de los cachorros que seguro darán de qué hablar en futuras candidaturas es el joven y actual regidor electo Luis Ernesto Munguía. Así pues, las nuevas generaciones están envalentonadas y se sienten con los tamaños para ser tomados en cuenta. Y cómo no, si los viejos que siempre son protagonistas o deciden tanto en el PAN como en el PRI, llevan a cuestas sendas derrotas.

LOS RELEVOS EN LOS PARTIDOS. “No me llevo un buen sabor de esta administración”, dijo Jesús Ruiz Higuera, presidente del vapuleado  PAN Puerto Vallarta en una entrevista que su equipo de medios (muy competente por cierto) reproduce y etiqueta por todos lados en el facebook. Pero no, no se refería a su gestión como presidente del Comité Directivo Municipal del PAN, sino a la administración municipal encabezada por Salvador González Resendiz, para la cual siempre ha tenido tiempo de señalar, criticar y juzgar. Tiempo que quizá le ha faltado para no haber llevado al PAN a la peor derrota de su historia. Por lo tanto, mirar y cruzar la puerta de su despacho de presidente del partido, lo debería tener entre sus tiempos y cuanto antes.

Respecto al  “Partido Fuerte”, nos referimos al PRI, con la amargura que dan las derrotas pocos son los que han volteado a ver la oficina de la calle Río Grande en la colonia López Mateos. Y como no, si están a la espera de que el mandamás del priismo vallartense salga del shock de la derrota que además lleva su nombre y apellido. Pero muchas ganas no se miran entre los priistas, pues bien saben que dependen del “democrático dedazo” o como ellos le llaman “candidato de unidad” por el que se estarán pronunciando una vez que reciban la orden.

Y en el PRD ¿alguien sabía que el arquitecto Jorge Chavoya Gamma ha sido su presidente en los últimos meses? Quizá él tampoco y por eso nada ha hecho, más que opinar de otros asuntos, menos de los torales que acontecen o deberían acontecer al interior de su partido.

Y como no darle mención al partido que en la teoría y en el papel, más no en la práctica, llevó al triunfo a Ramón Guerrero, el Movimiento Ciudadano. En este instituto político, desde que irrumpió en la escena vallartense, la dama y publirrelacionista Leticia Baca ha sido la representante de este partido, membrete que por cierto le alcance para tener un buen empleo en el gobierno que encabece Ramón Guerrero; la Dirección de Turismo, dicen que anhela, pero quién sabe si el membrete y trabajo discreto que hizo en campaña le alcance para eso o algo similar.

Ah lo olvidaba, el PVEM también existe, incluso tendrá representación en el próximo pleno del Ayuntamiento, pero fuera de eso, ¿hay algo más que decir de este partido?

 

Osvaldo Granados Ramírez
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