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El blanco de Morena en Vallarta

Escrito por Osvaldo Granados on . Posted in Andanzas

   

·    En Puerto Vallarta existen personajes dentro de Morena que por ahora son sobrevalorados, pero también algunos otros son infravalorados.

·        Las mañas y malas prácticas, por pura conveniencia son toleradas en Morena

·        “Que la mierda flote en el partido no nos perjudica, nos beneficia para que la gente (y el partido) los identifique…”

 

Por Osvaldo Granados

El partido de moda sigue consolidándose, a pesar de los odios y señalamientos de muchos, hoy se erige como la vía segura para acceder a posiciones de poder y representación. Lo mismo priistas que emecesitas, o incluso panistas, lo saben, y por eso ahora de pronto brotan como simpatizantes de la causas morenistas u obradoristas. Hipócritas y oportunistas es lo menos que se puede decir de ellos.

Como partido que enarbola la democracia y la inclusión, Morena acepta esos personajes advenedizos y oportunistas, aun sabiendo los costos políticos y enojos de sus militantes de hueso colorado. Al final, los dividendos no son tan negativos porque por un lado se muestra como partido abierto e incluyente, y por el otro aprovecha beneficios tangibles como el financiamiento o renombre de los personajes, pero también, aunque nunca lo admita, de prácticas que le garantizan movilización y triunfos que le abonan a que el país cada vez más se pinte de color tinto.

Bajo esas circunstancias, Morena seguirá consolidándose y ganando elecciones en los próximos procesos electorales porque de pronto ya tiene un público cautivo de poco más de 3 millones de militantes que serán o apoyarán a personajes que participarán en elecciones venideras. Le han dado al blanco con eso, aun con lo cuestionable de su proceso interno de elección de consejeros distritales, estatales y nacionales, donde fueron muchas y burdas las violaciones a las reglas del juego, pero qué importa, son sus reglas y hacerse ojo de hormiga es parte de la vida interna de los partidos.

Y hay que decirlo, dejar expuestas y constantemente exhibidas las mañas y malas prácticas de los morenos y neomorenos, no es algo que preocupe mucho a los dirigentes de Morena, por el contrario, les gusta ese proceso de selección natural en el que se evidencia quién es quién en eso de los acarreos, compra y coacción de votos. “Que la mierda flote en el partido no nos perjudica, nos beneficia para que la gente (y el partido) los identifique …el juicio social pone a cada quien en su lugar”, exclamó alguien allá en la calle España #1,315 en la colonia Moderna de Guadalajara, la sede de Morena en el estado de Jalisco.

INFRAVALORADOS Y SOBREVALORADOS

Es conocido el localismo de la política que se hace en Puerto Vallarta, la política de rancho pues. Sin embargo, quienes se han aventurado a salir más allá de municipio o del Distrito han tenido buenos resultados, como el caso del priista Javier Bravo quien hasta la fecha mantiene relación y amistad con personajes como Beatriz Paredes o Elba Esther Gordillo, por mencionar algunos, o qué decir de Ramón Guerrero que más allá de Ayutla logró incrustarse en Puerto Vallarta y a nivel estatal para lograr ser presidente municipal, diputado local y ahora funcionario estatal.

En Morena Vallarta, al menos el grupo en el poder, no existen personajes con verdadera y real relación con hombres o mujeres con influencia estatal o nacional. Las fotos que pudieran aparecer por ahí con Andrés Manuel López Obrador, Mario Delgado, Citlali Hernández, o algunos de los aspirantes presidenciales con políticos como Luis Munguía, Salvador Llamas o el propio alcalde Luis Michel, no dejan ser, por ahora, fotos de una relación como de adolescente con su artista o cantante favorito; es decir, para la egoteca y presumir que hay contacto con personajes estatales y nacionales, aunque ese contacto sea estéril.  

Sin embargo, un personaje del que poco se habla, pero que en realidad se ha metido a las entrañas de Morena estatal y nacional y además le ha dejado buenos dividendos y cargos políticos, es el actual diputado Federal por Morena, Bruno Blancas Mercado.

Vilipendiado en Puerto Vallarta, pero reconocido a nivel estatal y nacional, el diputado federal Bruno Blancas ha sabido, quizá con mucha suerte, transitar en Morena nada más y nada menos como diputado local y ahora como diputado federal, pero además con la encomienda de formar las estructuras del partido en todo Jalisco bajo el cargo de “coordinador de estructuras de formación de comités en Jalisco” lo que le ha permitido no solo conocer, sino moverse en  todo el estado y tener contactos reales con los dirigentes estatales y nacionales.

Y aunque se ha cacareado mucho a Chuy Michel (hijo del actual presidente municipal Luis Michel) como el gran vencedor y el consejero distrital más votado de Morena en Jalisco con sus 1,247 votos, gracias a su capacidad de movilización, o acarreo pues, y todo lo que ello implica, por otro lado, en el extremo está Bruno Blancas Mercado con sus 295 o 300 votos. En primera instancia la diferencia es abismal, pero poniendo en perspectiva, los votos de Chuy Michel seguramente le salieron muy caros, y a Bruno Blancas casi casi regalados. El primero tuvo que echar mano de la maquinaria política y recursos del Ayuntamiento, y el segundo, hasta donde sabemos o se vio, no movió ni un dedo. Es decir, los 1,247 votos es probable que sean más producto de la compra y coacción que de la convicción y lealtad, a diferencia de los 300 votos de Bruno Blancas que sin nada o mucho, logró ese resultado. Sin duda, Chuy Michel por ahora está sobrevalorado, y Bruno Blancas infravalorado.

LAS CALENTURAS ENFRIADAS

El pasado proceso interno de Morena también enfrió, o de plano apagó algunas calenturas como la de los “verdes” Miguel Calderón Ibarría y Alondra Godoy, novia del “ni un paso atrás” Juan Calderón Ibarría, quien no cesa en ponerle muchos huevos, o pescados, o despensas, para ser regaladas a quienes espera sean su clientela política. Y ni qué decir de las intenciones de otro morenistas o neomorenistas como Faustino de la O Michel, Mónico Cervantes, Silvia Radillas, etcétera, etcétera, etcétera.